Yo tengo claro mi voto para las
elecciones municipales por razones obvias, pero aun así me he leído los
programas de todos los partidos concurrentes, he meditado sobre las actuaciones
de los que han estado en activo durante la legislatura y, finalmente, me ha
dado por reflexionar, adelantándome al día destinado ex profeso para ello,
sobre la idoneidad y fiabilidad de los candidatos.
Puesto en ese trance reflexivo y
meditabundo, la idea que me ronda la cocorota es que algunas de las virtudes que
más valoro en esto de la política, independientemente de planteamientos
ideológicos, son la honradez, la sinceridad y la lealtad.
Dicho esto tengo que admitir que la
trayectoria política de algunos de dichos candidatos/a no me convence ni un pelo
de los pocos que me quedan en la cabeza, por no decir que la de alguno me causa
repelús.
Así pues observo que los tres
candidatos que tenemos a la diestra del arco ideológico, todos antiguos pperos, son cambiantes y maleables en
cuanto a sus inclinaciones partidarias, por no decir que el candidato del pp y actual Alcalde es un auténtico
saltimbanqui de la política. Lo digo porque los tres han traicionado en algún
momento a su partido o ex partido, o a sus propios compañeros dentro del mismo,
y por consiguiente a los vecinos que en alguna ocasión depositaron su confianza
en dicho partido mediante el voto, enzarzándose dos de ellos en una gresca por
la defensa de intereses particulares que no tienen nada que ver ni benefician
al interés general del pueblo.
Por la izquierda la cosa no va de
intereses particulares, pero hay un candidato que, salido de las filas de IU, ahora
se encuentra en un partido que, si Pablo iglesias (su fundador, no el de la
coleta) levantara la cabeza, no reconocería como el mismo que creó, de clase
obrera y socialista marxista, para la defensa de los derechos de los
trabajadores.
El candidato de Izquierda Unida es el
que más confianza me transmite, y no lo digo porque seamos amigos y residentes
en Hoyo, sino porque siempre se ha mantenido fiel a sus principios, a la clase
trabajadora y a sus compañeros, a las duras y a las maduras. Ya en tiempos del
infame régimen de Paco se chupo tres años de talego por el único motivo de
defender la libertad y luchar por la llegada de la democracia a nuestro país.
En nuestro querido pueblo lleva veinte años de trabajo dentro del mismo partido,
en la calle y en las instituciones, en defensa de unos ideales a los que
continua siendo fiel, y que, en ocasiones, le han acarreado ataques
injustificados de los sectores más reaccionarios del pueblo e incluso insultos,
amenazas y agresiones a su patrimonio por parte de descerebrados neonazis.
Ya dije al principio que tengo claro
mi voto por razones obvias, pero si no fuera así, después de lo reflexionado,
adivinen cuál de todos los candidatos me inspira más credulidad.
Que ustedes lo voten bien,… si quieren.
José Ignacio Álvarez.
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