Efectivamente, el Pleno Municipal del
28 de enero, en el que José Ramón Regueiras ya debería haber dimitido, puede
ser calificado como el de los “dos” plenos ya que en el primero se trataron asuntos
municipales, mientras que en el segundo, gracias PP y Ciudadanos, se trataron asuntos que más tenían
que ver con posicionamientos de ambos partidos ante las elecciones municipales
de mayo que con los intereses de los vecinos de Hoyo de Manzanares.
El
Pleno de verdad
En el primero, el Pleno municipal, el
PP volvió con la jugada de todos los años, que no es otra que la e que, después
de presumir de que se reducen los gastos de fiestas, intentar que se apruebe un sobre gastos de las
mismas, esta vez mediante el procedimiento denominado “reconocimiento
extrajudicial de crédito”, es decir cargar a los presupuestos de 2019 lo que se
ha gastado de más del presupuesto de 2018. Y ya van tres años que, con una u
otra maniobra, la concejala de Fiestas hace lo mismo; al aprobar los
presupuestos presume de su reducción, mientras que al gastar sobrepasa lo
presupuestado y pretende que la oposición apruebe sus despilfarros.
Este contemplaba dos tipos de gasto. El
primero consistía en pagar unos toros a lo que Izquierda Unida se opuso, tanto
por haber sobrepasado el presupuesto, como por nuestra posición ampliamente
explicada de “ni un solo euro público para toros”. La segunda era el pago del alquiler
de la plaza de toros. Este alquiler tradicionalmente se paga mediante la
compensación del pago del IBI al propietario, procedimiento no muy ortodoxo
pero que ha sido siempre aceptado. Ahora bien, esa compensación no se hizo en
2018 porque de nuevo se había sobrepasado el presupuesto de fiestas; estamos en
las mismas se gasta más de lo presupuestado y luego se nos pide que aprobemos
esa premeditada mala gestión del presupuesto.
Según la concejala de IU María Jesús
Cimadevilla, “se nos quiso comulgar con
ruedas de molino por lo que Izquierda Unida, junto con el resto de la oposición
hicimos que se rechazara ese punto. Señores del PP si ustedes gastan lo que no
tienen es su problema no el del Pleno”.
El siguiente consistía en la aprobación
de los días de fiestas locales; punto que era la tercera vez que se llevaba a
Pleno. Las otras dos veces fue rechazado por la oposición por considerar que
Regueiras debería haber dimitido como consecuencia de la sentencia
condenatoria. Ahora bien, el perjuicio que se ocasionaba al pueblo (comercio, hostelería,
ayuntamiento, centro de salud, colegio e instituto, calendario de festejos, etc..)
hizo que esta vez Izquierda Unida, dejando claro que lo hacía por responsabilidad,
se abstuvo para hacer posible su aprobación; eso sí, dejando claro que seguimos
pidiendo la dimisión del Alcalde.
El último punto del verdadero Pleno
verdaderamente municipal fue el del convenio de recogida de perros. Seremos
breves porque lo henos explicado muchas veces, IU votó en contra ya que, como
dejó claro María Jesús Cimadevilla, no cumple con la Ley de protección animal.
El
Pleno preelectoral
El segundo, el Pleno preelectoral con
las mociones presentadas puso de manifiesto la verdadera cara de Ciudadanos y PP.
Empecemos por la de Cs. Este partido
presentó una moción para que se estableciese un
“protocolo de funcionamiento de
los Puntos Violeta”. Un protocolo que no serviría más que para desvirtuar la
esencia de estos puntos de prevención de la violencia machista en fiestas y
acontecimientos similares; esencia que no es otra que la de que estos puntos
nacen y se llevan a cabo fundamentalmente por iniciativa de las organizaciones
feministas y con la participación de mujeres y hombres que quieren acabar con
esta lacra. Puntos de atención a las víctimas que cumplen con todos los
requisitos de los protocolos ya existentes (fuerzas de seguridad del estado,
policías locales, sanidad, etc.) y como en el caso de Hoyo con la colaboración
del Ayuntamiento que apoyó una iniciativa de la Unión de Mujeres teresa Mañé. Según
la concejala de IU, “hace falta ser
cínico para presentar esta moción por parte de un partido que gobierna en
Andalucía gracias al apoyo de una fuerza homófoba y racista y cuyo objetivo no
es oro que el quitar a la sociedad civil su organización”.
Pasemos a las mociones del PP;
propuestas que, además de rancias no tiene por objetivo más que el de potenciar
dos negocios muy lucrativos: los toros y la caza.
Empecemos por los toros. El verdadero
objeto de la misma no era, ni es, otro que el de dar dinero público a los
espectáculos taurinos; eso sí disfrazándolo de actividad cultural, de generador
de empleo, de protector de la biodiversidad y fomento de la investigación y de protección
de una raza, el toro de lidia que debe ser protegida. IU está de acuerdo con
esto último; la raza del toro de lidia debe ser protegida, como otras tantas
razas bovinas autóctonas y tantas otras especies en peligro de extinción. Ahora
bien disfrazar de cultura un espectáculo que no deja de ser sangriento no deja
de ser cínico; “y en relación con la
investigación ¿no necesita nuestro país más que apoyar la investigación en
materia taurina hacerlo en sectores con futuro como la robótica, la médica y la
de las energías renovables? Para el PP parece ser que no y que es mejor dedicar
dinero a espectáculos como estos para hacer de España un país de camareros mal
pagados”, señala María Jesús Cimadevilla.
Pasemos a la de la caza. Sin entrar en
el debate “caza sí, o caza no” o si es o no es un deporte, la moción del PP no
defendía la caza de los verdaderos cazadores, esos que como Delibes (torticeramente
usado por el PP) o los cazadores de muchos pueblos como los de Hoyo, cogen sus
escopeta y andando cazan un par de conejos o perdices y algún día algún jabalí.
NO la moción del PP lo que verdaderamente defiende es la caza comercial, esa
que se hace en cotos donde se sueltan animales, sino adormecidos sí que han
estado en cautividad mucho tiempo y a donde por cantidades considerables, van a
matarlos, que no cazarlos, obteniéndose pingües
beneficios.
De nuevo el PP nos viene el argumento
de la protección de la biodiversidad y de la creación de empleo, en unos
negocios donde muchas veces se mata especies protegidas por ser predadoras de
aquellos especies cinegéticas con las que se quiere obtener beneficios
económico; en unos negocios donde el empleo es de uno o dos guardeses (recordemos
“Los santos inocentes” precisamente de Delibes) contratándose batidores y
ojeadores en los pueblos vecinos al latifundio/coto de caza comercial, casi siempre
en negro y en condiciones poco menos que de servidumbre.
No señores del PP no sean tan rancios
y tan retrógrados, aunque ellos realmente esté en el ADN del verdadero Partido
Popular, el de los recortes en sanidad, educación o investigación, el la reforma
laboral, el de dinero a la banca, el de los desahucios y las pensiones de
hambre, el de haber provocado que miles de jóvenes abandonen el país, el de
considerar al migrante un enemigo; el de que tiene miedo de que otros se apropien
de su esencias más íntimas. Todo ello sin tener vergüenza a crear miedo en
beneficio de los intereses que representan: los de la banca y el gran capital.
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