viernes, 6 de marzo de 2015

8 de marzo: Mujer, explotación y naturaleza

José Ramón Mendoza. 

En muchos hogares, pero especialmente en los de las clases trabajadoras, sustentados mayoritariamente por mujeres, se promueve un mantenimiento de la supervivencia basado en el autoconsumo, el ajuste de necesidades, el ahorro y aprovechamiento, conocimientos globales, el respeto a los ciclos de la vida… en suma, una concepción natural de las cosas. Lo contrario a esto es el mercado: acumulación hasta el crecimiento infinito.
La unión entre vida doméstica y medio ambiente es íntima, incluso en el urbanita y tecnificado mundo occidental basado en un sistema que se mantiene por medio de la subordinación, además de los trabajadores, la de las mujeres y la naturaleza. El ecofeminismo es una filosofía y una práctica que nace de la cercanía histórica de mujeres y naturaleza.
El actual sistema de producción trae consigo la explotación de las clases trabajadoras, mujeres y hombres y para ello tiene al patriarcado como uno de los mejores aliados para el mantenimiento del sistema pues consigue a través de la división sexual del trabajo el sostenimiento de su modo de producción. Al mismo tiempo la destrucción de la naturaleza a favor del beneficio económico es consustancial actual modo de producción provocando una crisis ecológica y social que afectando a la vida del planeta, la sufren especialmente las mujeres y  muy fundamentalmente las mujeres pobres. Ése es el punto de partida, la realidad que se quiere cambiar.
Hay que poner la cuestión social, la cuestión ecológica y la igualdad real entre mujeres y hombres en el primer plano de la política ya que es necesario hacer cambiar una sociedad de explotación de mujeres y hombres trabajadores, de explotación de las mujeres por el hecho de ser mujeres y de explotación de la naturaleza.
Ecofeminismo, al igual que ecologismo y socialismo es aunar esos temas claves de la política transformadora. Por un lado, está la tarea de llegar a una sociedad y a una cultura que sean realmente igualitarias; una sociedad y una cultura que no sean  androcéntricas; una sociedad y una cultura para salir de la crisis ecológica y social que ha generado el actual modo de producción; detener la cuenta atrás del cambio climático y de la destrucción de la biodiversidad.

El proyecto que quiere el ecofeminismo no es otro que lograr un sistema social donde hombres, mujeres y naturaleza no se vean sometidas a prácticas de explotación y dominio. Ambiciosa tarea.

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