lunes, 14 de enero de 2013

El rojo de la colina. Hablando en plata…


Hablando en plata…

… la concesión de la gestión del Centro de Mayores resulta tan impúdica y desvergonzada que sorprendería si el actual equipo de gobierno y el resto del Grupo Municipal del PP no nos tuvieran ya acostumbrados a los vecinos de Hoyo a actuaciones y decisiones injustas y arbitrarias que toman en beneficio de allegados y propio y perjuicio de los demás.  
  Y el intento de justificación de dicha concesión en nota del citado equipo de gobierno, que dan a conocer en un medio de prensa y no en la web municipal, ya es de cachondeo. En la misma dicen que la adjudicación se ha realizado “mediante un contrato menor a la empresa que ha ofrecido el precio más bajo, dentro del cumplimiento del servicio público del centro de mayores”. Bueno, el que se trate de un contrato menor es irrelevante. No es el huevo, es el fuero lo que resulta injusto en esta aberrante adjudicación y aunque se tratara de un contrato por un céntimo sería igual de criticable.
Además la diferencia de precio con la empresa que ofertaba el presupuesto más caro es de tan solo 539 € y con la de precio más aproximado de 18 €, con una diferencia, las otras tres empresas tienen experiencia acreditada en servicios de asistencia social y animación cultural en el ámbito de las personas de edad y en la gestión de centros cívicos y culturales, no así la empresa adjudicataria, lo cual no es óbice para que tengan el descaro de decir en la misma nota:
  “En cuanto a los fines sociales de la empresa adjudicataria, es de señalar que si bien no se especifica de forma concreta el fin social servicios de CENTRO DE MAYORES, la empresa tiene en su objeto social la gestión y explotación de todo tipo de inmuebles; no siendo requisito para la adjudicación de este contrato administrativo, un concreto objeto social”.
 
Pues bien, lo que si se especificaba de forma concreta como objeto social de la empresa del hermano de la Concejal de Servicios Sociales y Sanidad a fecha de la adjudicación  era LA PROMOCIÓN DE EDIFICACIONES Y TERRENOS, ASI COMO LA CONSTRUCCIÓN DE EDIFICACIONES EN GENERAL, y cualquiera con dos dedos de frente, no es el caso de estos lumbreras, puede entender que esto se refiere a todas aquellas actividades inmobiliarias consistentes en la compra de terrenos y edificaciones para su urbanización, parcelación, construcción o rehabilitación para su posterior arrendamiento o venta y no a la gestión de las actividades a desarrollar en las edificaciones que se promocionan, porque si no estaríamos hablando de una empresa excepcional capaz de gestionar, por ejemplo, desde un hospital hasta un polideportivo, y evidentemente no es el caso.

Por otra parte ellos mismos se contradicen porque primero hablan de “cumplimiento del servicio público del centro de mayores” y acto seguido se descuelgan con lo de “no siendo requisito para la adjudicación de este contrato administrativo, un concreto objeto social”. Pa mear y no echar gota que diría el otro.
 
Lo del cambio de objeto social a posteriori de la adjudicación del contrato solo se puede entender como un lavado de cara para guardar las formas, tan chusco, que podría resultar hasta gracioso si no estuviéramos hablando de  temas  tan serios e importantes como la gestión bienes públicos, la prestación de un servicio para las personas de la tercera edad, la honestidad y decencia en la gestión del dinero de los contribuyentes y las contrataciones públicas y la corrupción moral y política de aquellos usan el cargo en defensa de intereses particulares.
 
 En definitiva nos encontramos ante una resolución arbitraria a sabiendas de que pudiera resultar injusta y eso en román paladino se llama presunta prevaricación. 
 
   Parece que con estos chicos, después de sus ya tristemente célebres “lunches, se demuestra como cierta la sentencia de Séneca; copia ciborum, subtilitas impeditur –"las comidas abundantes embotan la inteligencia"–, y los vecinos de Hoyo pagamos las consecuencias.

 José Ignacio Álvarez.

 

1 comentario:

Fermín de Lucas Segovia dijo...

El sistema no funciona. Hay que cambiarlo. Fórmulas legales, acordadas por los partidos serían deseables pero la experiencia dice que estos sólo se ponen de acuerdo para mantenerse en el poder, para nada más. Es necesario que el Rey se gane nuevamente el sueldo, ya.